Cómo hacer una tesis y no morir en el intento: Parte II

En Cómo hacer una tesis y no morir en el intento: Parte I discutimos aspectos muy preliminares de los trabajos de grado, pasando por la formulación de la hipótesis y concluyendo en la selección del Tema. Aquí continuamos con el próximo paso: la revisión documental del tema elegido.
5. El Poder de las Fuentes
Con base en tu hipótesis, plantea un título tentativo. En este punto, no muestres mayor preocupación por la claridad, precisión o longitud de dicho título. Probablemente estará malo, pero no importa; sólo pretendemos que sirva de guía. Luego, pasamos a un proceso determinante: revisión de las fuentes, con el propósito fundamental de consultar el estado actual del problema. En mi opinión, las revistas especializadas en una disciplina (journals) representan las mejores fuentes, y las primeras a las que debería accederse. Algunos prefieren comenzar con los tradicionales libros de texto, para adquirir una visión general sobre el tema. No obstante, la sociedad moderna se distingue por la vorágine de información liberada, lo cual puede tornar obsoletos, con desesperante rapidez, tus venerados libros. Pero ciertamente, los libros actualizados o claros, constituyen valiosos auxiliares generales. Por supuesto, siempre habrá excepciones. Tú eres inteligente. Lo sé porque has continuado leyendo U_U. Por ejemplo, si el estudio se concentra en un personaje específico, obviamente sus obras, incluidos libros, constituyen referencia obligada y superlativa.
Recuerda que las fuentes no deben restringirse sólo a las comunicaciones basadas en texto. Puedes extraer información crucial de:

• Conferencias
• Entrevistas
• Grabaciones (audio / video)
• E incluso las rutinarias conversaciones con los compañeros y profesores pueden proporcionar información y perspectivas novedosas sobre el tema.

La búsqueda y revisión de fuentes debe seguir dos aproximaciones: general y específica, en ese orden. Las consultas iniciales tienen como finalidad acercarte al tema. Bastará un poco de scanning, y lectura más cuidadosa de los puntos que encuentres interesantes. Sin embargo, no te atormentes si no entiendes todo lo que encuentras. Empero, deberías poder entender algo. Si las fuentes te resultan inaccesibles (no puedes obtener originales o copias de ellas), o no logras comprender nada, o reconozcas que afrontarás enorme dificultad para trabajar dicho tema, regresa al punto 4 de esta serie, y selecciona otro tópico de investigación. No obstante, normalmente en la elaboración de toda tesis suelen encontrarse muchos documentos de difícil (mas no imposible) interpretación para el estudiante. El reto que plantean tales documentos no significa incapacidad del estudiante para tratar dicho tema. Esto es normal en todo estudio, y con dedicación y consulta a otras referencias, el contenido de las fuentes resulta definitivamente manejable. Pero en todo momento debes tener conciencia de tus capacidades y limitaciones, y perseguir el equilibrio entre el tiempo disponible y tu capacidad para abordar los conceptos y métodos involucrados.
Después de una revisión de fuentes pertinentes deberías alcanzar un visión lúcida del problema de investigación. Puede suceder:

• Que ya esté totalmente resuelto. Aquí muchos pasan a buscar otro problema. Creo que es mejor indagar en las posibilidades que abre la resolución de dicho problema, pues si te ha interesado el tema, seguramente te interesarán también las nuevas oportunidades y aplicaciones. Por supuesto, si tienes una extensa lista de tópicos de investigación, puedes pasar al próximo tema en tu lista, si así lo prefieres.
• Que haya sido parcialmente resuelto. En este caso, si estás haciendo una tesis de pregrado, y a menos que seas un genio, yo recomendaría cambiar de tema, o buscar alguna aplicación de la solución parcial. Porque el hecho de que el problema no se haya resuelto por completo generalmente implica que el resto es, o muy largo, o muy complicado, o irresoluble. Claro, dependerá del área y del tipo de problema; a veces, el problema de investigación original era muy amplio, y lo que resta por resolver (o incluso parte de ese resto) puede plantearse como nuevo problema de investigación.
• Que aún no ha sido resuelto. En principio, es una buena noticia. Pero inmediatamente después de verificar que el problema no se ha resuelto, hay que responder ¿por qué no ha sido resuelto?:
  • ¿Porque no es interesante? ¿Por qué lo es para ti?
  • ¿Porque es muy difícil? ¿Por qué será fácil para ti?
  • ¿Porque es algo nuevo y nadie se ha ocupado aún de resolverlo? Pues ¡grandioso!, éste puede ser tu tema.
  • ¿Porque nadie ha intentado el método o enfoque que has pensado? Enhorabuena, pero antes de celebrar, asegúrate de que
    • En verdad nadie ha intentado tu método (o variaciones mínimas de tu método, que no pueden catalogarse como métodos distintos).
    • Tu método es aplicable. Fíjate que digo aplicable. No te estoy pidiendo que verifiques que en verdad tu método funciona y es una solución del problema, pues eso ya constituye parte de la investigación. Pero en ocasiones, los métodos tienen precondiciones teóricas o prácticas que deben verificarse positivamente para justificar la aplicación.

Algo importante. Normalmente, resuelto no significa que ya el problema se cerró definitivamente, por lo que las consideraciones previas no deben entenderse en un sentido literal. Las soluciones perfectas son rarísimas. Es muy probable que se cuente con una solución popular, pero de ningún modo infalible. Identifica las carencias de los métodos establecidos. Concéntrate en costo y efectividad de la solución actual… ¿es posible que tu nueva solución resulte menos costosa? ¿O más efectiva?.
Si luego de la revisión general compruebas que el tema se encuentra a tu alcance, adoptamos el enfoque de escrutinio más amplio y detallado de las fuentes. Prepárate para asentar los datos de todas las fuentes consultadas. En este sentido, complementa el uso de notas físicas y electrónicas. Pero en última instancia, deberás elaborar una base de datos bibliográfica, que contendrá todos los datos sobre tus fuentes. Por cierto, yo uso y recomiendo el formato BibTeX para los registros. Esta base de datos constituirá el fundamento de la sección de Bibliografía (Referencias) de la tesis. Y asegúrate de documentar bien toda esta revisión de literatura, incluyendo los razonamientos, justificaciones y respuestas en general que hayas dado a las preguntas de arriba. Si te has planteado nuevas preguntas, si han surgido dudas, regístralas. Toma notas, y no te preocupes por el rigor académico o científico de dichas notas. Son tus notas. Puedes escribir:

• no entiendo qué quiere decir el párrafo A del artículo de B
• me parece una pérdida de tiempo el método que aplican estos autores, porque…
• ¿esta técnica no es la misma que usan en el libro C, pero con otro nombre?
• hace mucho tiempo que se definió el estándar D, ¿se está trabajando en uno nuevo? ¿hay alguna alternativa?
• el sistema que describen aquí está obsoleto
• la metodología que utiliza E revela mucho orden
• las conclusiones del artículo F… ¿no contradicen las de G?

En fin, escribe lo que te llama la atención en la literatura. Te servirá después, cuando hayas adquirido más conocimientos sobre el área. Recuerda registrar toda la bibliografía consultada. Puede parecer algo tedioso, pero luego recompensará grandemente.
Según vayas profundizando la revisión de literatura, revisa el título para ver si es susceptible de mejoras (más claridad, más precisión… lo que consideres). Esta revisión específica de fuentes sólo finalizará con el acto de grado. En efecto, durante el desarrollo de la tesis recurrirás con frecuencia a tus fuentes, ampliarás tu conocimiento, acudirás a nuevas fuentes, agregarás nuevas notas, modificarás las existentes, y así, hasta que completes el trabajo.
Unos comentarios de cierre. Si la tesis es de pregrado y, después de buscar exhaustivamente, terminas con muy pocas fuentes, recomiendo cambiar de tema. Finalmente, sólo con la revisión de las fuentes se puede adquirir una amplia perspectiva sobre el tema, y sobre lo que se ha estudiado del mismo hasta el momento. Si desarrollas dicha revisión en forma sistemática, amplia y actualizada, puedes preparar un artículo Estado del Arte en (TU TEMA AQUÍ), y publicarlo en alguna revista especializada. Así, la revisión cumpliría otro propósito: una publicación. Y las publicaciones siempre constituyen una ayuda inmensa (a veces un requisito, sobre todo en postgrado) para aprobar la tesis.
En la próxima entrada hablaremos sobre la estructura, contenido y presentación de una tesis.