El año 2022 fue un año agridulce. Por un lado, logré varias de mi metas y me fue bien en el trabajo pero por otro lado hubo pérdidas lamentables en mi vida. Primero, se fue de este plano mi amigo Elder Vásquez, una gran persona, inteligente y divertido. Su muerte me dolió y me sorprendió muchísimo. Aún era muy joven y tenía muchas cosas que aportar. Siempre lo recordaré, atesoraré los momentos compartidos en la comunidad de Cristalab, tantos momentos divertidos y tanto aprendizaje. ¡Hasta siempre amigo! Luego, el 9 de diciembre, partió mi tía. Hacía tres días que le había dado gripe pero ya estaba mejor. Yo hablé con…